Celeste's blog

Lía siempre soñó con tocar una estrella. Cada noche miraba el cielo y se preguntaba qué se sentiría sostener una de esas luces en la palma de su mano. Un día, mientras caminaba por el bosque, encontró una pequeña estrella atrapada entre las ramas de un viejo roble. Su brillo era tenue, como si estuviera cansada. Lía, con mucho cuidado, la tomó en sus manos y sintió su calidez. "Te ayudaré a regresar al cielo", le susurró. Entonces, buscó la colina más alta, trepó hasta la cima y, con todas sus fuerzas, lanzó la estrella de vuelta al firmamento. En ese instante, el cielo se iluminó con un destello dorado, y una nueva estrella apareció justo encima de su cabeza. Desde aquella noche, cada vez que Lía miraba el cielo, veía su estrella brillando más fuerte que nunca, recordándole que los sueños, cuando se persiguen con el corazón, siempre encuentran su camino.

Había una vez una niña llamada Sofía que encontraba belleza en todo lo que veía. Un día, en un mercado antiguo, descubrió un pincel dorado entre pilas de objetos olvidados. Cuando trazó su primer dibujo, algo increíble ocurrió: la pintura tomó vida. Mariposas de colores revolotearon por su habitación, ríos serpenteantes fluyeron por el suelo, y estrellas titilaron en su techo. Sofía usó el pincel para transformar su pueblo. Creó jardines donde antes había ruinas y dibujó libros que contenían historias jamás contadas. Pero un día, el pincel empezó a desvanecerse. Comprendió entonces que la verdadera magia no estaba en el pincel, sino en su imaginación.   Desde aquel día, aunque el pincel desapareció, Sofía continuó creando con su talento, demostrando que el arte es más poderoso que cualquier hechizo.

Había una vez un marinero llamado Tobías que navegaba sin rumbo fijo, buscando algo que ni él sabía qué era. Un día, después de una tormenta feroz, encontró una isla que no aparecía en ningún mapa. Al llegar, se sorprendió: no había casas, ni personas, ni animales… solo libros. Miles y miles de libros, apilados en torres, flotando en el aire o brotando como flores del suelo. Curioso, Tobías abrió uno. Era un cuento que recordaba haber leído de niño, pero que había olvidado por completo. Luego abrió otro: una historia que su madre le contaba antes de dormir. Y otro más: un diario que una vez quiso escribir, pero que nunca empezó. Pronto comprendió que todos esos libros eran recuerdos, sueños y palabras olvidadas por personas en todo el mundo. Durante días, leyó sin parar. Cada libro que tocaba revivía una parte de su corazón que creía perdida. Entonces decidió quedarse en la isla, no como náufrago, sino como guardián. Desde entonces, si alguna vez olvidas un cuento que te hizo feliz o u...

En el centro de una ciudad cualquiera, escondida entre dos edificios olvidados, existía una biblioteca que no podía verse a simple vista. Solo quienes realmente necesitaban una historia podían encontrarla. Lucía, una joven que había perdido la inspiración para pintar, caminaba por la ciudad sin rumbo. Al doblar una esquina, notó una grieta en la pared que no había visto antes. Sintió un impulso extraño y, al tocar la grieta, esta se abrió como una puerta. Dentro, la biblioteca invisible estaba iluminada por luz dorada. No había libros en los estantes, solo hojas sueltas que flotaban en el aire. Cada hoja contenía un fragmento de una historia aún no escrita. Una hoja descendió suavemente y cayó en sus manos. Al leerla, Lucía vio en su mente un bosque rojo, un ciervo azul, y una lluvia de luces que solo existía en los sueños. Sin pensarlo, corrió a casa, tomó sus pinceles y empezó a pintar. Desde entonces, volvió muchas veces a la biblioteca invisible. Nunca la misma historia, nunca la m...

En la ciudad de Lúmina, donde los colores flotaban en el aire y las ideas tomaban forma, vivía Alirio, un joven capaz de pintar lo que la gente pensaba. No usaba pinceles ni lienzos, sino un extraño talento: con solo mirar a alguien, sus pensamientos aparecían en el aire como ilustraciones luminosas. Los habitantes acudían a él cuando no encontraban las palabras adecuadas para expresar sus emociones. Una anciana que recordaba su infancia veía sus memorias cobrar vida en tonos sepia y dorados. Un niño que soñaba con viajar por el espacio observaba constelaciones y planetas girando en un cuadro invisible frente a él. Pero un día, la ciudad comenzó a perder sus colores. Los pensamientos se volvían grises, y Alirio, desconcertado, intentó pintar algo vibrante. Sin embargo, sus imágenes se desvanecían antes de formarse por completo. Desesperado, se dio cuenta de que la gente había dejado de imaginar, de soñar, de ver el mundo con ojos nuevos. Entonces, Alirio decidió hacer algo inesperado: ...

Este ensayo ofrece una introducción al origen del universo y la formación del sistema solar, explorando la teoría del Big Bang y la evolución de los cuerpos celestes.  Enlace para descargar el ensayo  https://www.academia.edu/39953783/El_Universo_y_el_Sistema_Solar_Ensayo

En la sala polvorienta de una vieja casa, colgaba un reloj de péndulo que había pertenecido al abuelo de Martín. Cada hora marcaba el tiempo con un campanazo profundo, como un suspiro del pasado. Una noche, mientras Martín estudiaba para un examen, el reloj sonó trece veces. Confundido, se acercó. El péndulo se había detenido, pero dentro del vidrio empañado, vio algo insólito: una pequeña puerta abierta en la esfera del reloj. Con cuidado, introdujo su mano. Al instante, fue absorbido por un torbellino de luces. Al despertar, estaba en el mismo lugar, pero en otro tiempo: la casa estaba nueva, llena de risas y el aroma del pan recién horneado. Su abuelo, joven, lo miraba sorprendido. —¿Eres… Martín? —preguntó. Pasaron horas hablando, hasta que el reloj volvió a sonar. Doce campanadas y una última más tenue. El tiempo se acababa. Martín abrazó a su abuelo y volvió por donde vino. Despertó en la sala, el libro abierto sobre su pecho. El reloj había desaparecido. En su lugar, una nota es...

Un piloto se encuentra perdido en el desierto del Sahara tras la avería de su avión. Allí conoce a un pequeño niño rubio que le pide que le dibuje un cordero. Con el tiempo, el piloto descubre que el niño viene de otro planeta muy pequeño, el asteroide B-612, donde vivía solo con una rosa vanidosa que él cuidaba. El principito le cuenta que dejó su planeta para viajar y conocer otros mundos. En su recorrido visita varios asteroides donde conoce a personajes muy peculiares: un rey, un vanidoso, un bebedor, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, todos adultos con actitudes absurdas desde la perspectiva del niño. Finalmente, llega a la Tierra, donde conoce a un zorro que le enseña una lección fundamental: “Lo esencial es invisible a los ojos”. También comprende lo importante que es su rosa, a pesar de sus defectos. Después de mucho tiempo en la Tierra, el principito decide regresar a su planeta, confiando en que su cuerpo es solo una carcasa y que su espíritu volverá a su rosa....