Las llaves del universo

Emma solía coleccionar llaves antiguas. Algunas no abrían nada, otras pertenecían a puertas olvidadas, pero una de ellas era diferente.  

Era pequeña, de un metal extraño que nunca se oxidaba. No tenía marcas ni inscripciones.  

Una noche, mientras organizaba su colección, Emma soñó con una puerta oscura en medio del vacío. En su sueño, la llave encajaba perfectamente.  

Cuando despertó, la llave no estaba donde la había dejado. La buscó por toda la casa hasta que, al tocar la pared de su habitación, sintió un clic.  

Frente a ella, apareció una puerta que no debería existir.  

Sin pensarlo, insertó la llave en la cerradura y la giró.  

Desde esa noche, nadie ha sabido qué hay detrás de la puerta… ni a dónde fue Emma.