El tren de los recuerdos
El tren nocturno avanzaba por los rieles, atravesando la niebla. Andrés, un anciano de mirada melancólica, subió al vagón sin saber exactamente a dónde se dirigía. Al tomar asiento, notó algo peculiar: cada estación que el tren anunciaba no tenía nombre, sino fechas de su pasado.
Primero llegó a "24 de junio de 1995". La puerta del vagón se abrió, y frente a él apareció el parque donde solía jugar con su hermano cuando eran niños. Todo era como lo recordaba: las risas, el olor a tierra húmeda, la brisa cálida.
Después, el tren se detuvo en "13 de septiembre de 2008". Andrés vio la cafetería donde conoció al amor de su vida. Se escuchaban las mismas canciones, la gente conversaba como si el tiempo jamás hubiera avanzado.
Así fue recorriendo estaciones, reviviendo momentos que creía olvidados… hasta que notó algo inquietante: el tren no tenía una parada para el presente.
Aterrorizado, buscó la salida, pero el tren avanzaba más rápido. La última estación que vio fue "15 de abril de 2022", el día en que había tomado la última gran decisión de su vida.
Entonces, comprendió que no había marcha atrás. Aquel tren solo viajaba en una dirección: hacia el pasado.
Desde aquella noche, nadie volvió a verlo… salvo en recuerdos.
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